Después del parón vacacional, del postvacacional, del principio de curso académico y del investigador, ya va siendo hora que retome el blog. De las vacaciones/trabajo contar que estuve dando una conferencia en las jornadas de intercambio científico tituladas “Alimentos Transgénicos y Medio Ambiente: ¿Solución al Problema del Hambre?”, que se enmarcaban dentro de la XXXII edición de los cursos de verano que la Universidad Católica de Valencia organiza en Santander. Originalmente el invitado era Ramón serrano, que no puedo acudir por un contratiempo de última hora, pero acudí yo en su lugar. El lugar era el seminario de Corbán, en las afuera de Santander. Un edificio con capacidad para 900 seminaristas y que actualmente cuenta con 10 por aquello de la crisis de vocaciones. Lo de que en pleno mes de agosto tengas que ponerte la rebeca a última hora, y levantarte por la mañana y ver un prado con vacas pastando es algo que agradecí profundamente, y mi hija más. La organización del curso consiguió reunir un cartel inmejorable (García Olmedo, Jaime Costa, Daniel Ramón, etc…) Lástima que hubo poco tiempo para la promoción y difusión y no hubiera demasiado público, pero estoy seguro que de cara a próximas convocatorias solventarán el problema. Las conferencias a las que pude acudir valieron mucho la pena. Aunque el tema parezca cercano, siempre se aprende algo, y es una buena ocasión para intercambiar opiniones. A mi me tocó hablar de búsqueda de genes que dieran tolerancia a estrés abiótico. Todo muy técnico y específico. La audiencia estaba compuesta por alumnos y profesores de biotecnología, por lo que el debate posterior versó sobre temas de biología molecular e ingeniería genética y no hubo que discutir si transgénicos si o transgénicos no. A ver si hay suerte y lo repiten otro año, que me lo pasé muy bien.
