Otra curiosidad que me ha asaltado al leer el libro, apreciable desde la perspectiva del tiempo, es el cambio de objetivos del movimiento verde. En ese momento (año 1999) los principales males del planeta eran la industria del cloro y los gases CFC, obviando que al principio de la campaña también se atacaba a la cloración del agua, algo que ha salvado millones de vidas y que provocó que algunos militantes históricos como Patrick Moore abandonaran Greenpeace. También hace sonreir que en el capitulo dedicado a movilizaciones contra las infraestructuras clama contra muchas autopistas, cuando ahora cualquier pueblo atravesado por una carretera nacional se muere por una autopista o una circunvalación. Y lo mejor: critica la construcción del AVE, obviando los miles de trayectos en coche o en avión que esta infraestructura ahorra al medio ambiente.
Y vamos al tema transgénicos. A pesar que el libro esta escrito en 1999, que ya se sembraban transgénicos y en el laboratorio hacíamos Arabidosis thaliana y tabaco transgénico Made in Spain, solo se merecen dos míseras páginas de un total de 326, indicando un manifiesto que hoy sería inasumible por ningún ecologista racional (bueno, quizás por el chico de la pancarta y sus muchachos, perdón, proyecto Equo), ya que viene a decir que se prohiba todo, incluyendo fármacos y similares (ahora greenpeace dice que no repudia la tecnología, solo si se liberan al medio ambiente, pero también es mentira). Lo más gracioso: no menciona a Monsanto. Hoy en día un ecologista sin Monsanto en la boca es como una iglesia sin beatas. Es más, atribuye el maíz Bt a Novartis.
Siguiendo con curiosidades temporales. De todo el marasmo de siglas solo han sobrevivido las mas reconocibles, (WWF, SEO, Greenpeace….) y las demás se han quedado por el camino. Respecto a los nombres propios solo soy capaz de reconocer a Jorge Riechmann, Jesús Mosterín, Josep Vicent Marqués, ya fallecido, aunque mucho más conocido como sociólogo y ensayista de izquierdas valenciano que como ecologista, y a Octavi Piulats, que actualmente es asiduamente entrevistado por programas de esoterismo donde presenta sus peculiares teorias que consisten en apuntarse a todas las magufadas.
Ya por último… tampoco hubiera venido mal un prudente distanciamiento a la hora de hablar de Greenpeace, a la que considera como bandera y santo y seña del ecologismo. Cuando enumera sus éxitos y triunfos, algunos son poco más que hilarantes. Por ejemplo, Poner una pancarta en la cumbre del FMI en Madrid, después del discurso del Rey, y luego enviar una carta de disculpas a la Moncloa. En ese estilo prefiero el Caiga Quien Caiga, y no veo como ayuda al planeta, más allá del autobombo de Greenpeace, como tampoco veo que interés tienen las campañas copiadas a PETA, consistentes en despelotarse. Al principio hacia gracia, pero ahora empieza a estar muy visto. No hay organización benéfica que se precie que no haga el típico calendario Cutre-Pirelli. Otro ejemplo cachondísimo es cuando cita que como parte de la campaña contra la industria del cloro, en 1994, presentaron la nevera ecofreeze, la nevera sin CFC. Utilizaba propano y butano como gases refrigerantes. Creo que esa nevera no ha tenido demasiado recorrido comercial, por suerte, ya que a nadie le gusta que su nevera se queme o explote. Parecen no haberse enterado que la principal ventaja de los CFC es que no son tóxicos ni inflamables. Cualquier sustituto viable debe cumplir estas premisas.
En resumen, un libro recomendable e interesante de leer, Especialmente ahora, con la perspectiva del tiempo, que nos permite valorar los aciertos y errores del movimiento ecologista en España.
PD1: Genial el #amazings2011, cuando este disponible colgaré el vídeo de mi intervención sobre transgénicos y el enlace al resto de las charlas.
PD2: reseña de Claudi Mans en Investigación y Ciencia.
Amigos de greenpeace. Despelotarse ya está muy visto
Si es que gran parte del movimiento ecologista es un conjunto de modas que van cambiando acorde con los tiempos, pero no con las evidencias científicas... en fin
ResponderEliminarPor cierto que me encantó tu charla, se te vio resuelto, ducho en estas lides. Lo de emular al tipo que se tomaba un poco de DDT antes de ir a clase para demostrar que era seguro (no recuerdo el nombre) con la insulina y el peligroso tomate mutante fue un puntazo.
Pues a ti te parecerá magnífico lo ocurrido con Fukushima o Chernobil, o te parecerá magnífico que los transgénicos arruinen la economía tradicional de millones de familias, pero a los ecologistas -a todos, Equo, Greenpeace, Ecologistas en Acción, y los que pongas- no.
ResponderEliminarEn Equo están los únicos que llevan muchos años intentando frenar el desarrollismo que nos ha llevado a esta quiebra y a destrozar nuestro entorno natural, como el 90% del litoral. Gentre que lleva décadas jugándose el cuello contra grandes multinacionales, no precisamene haciéndoles el juego como se hace en este comentario, por lo que merecen bastante respeto.
El AVE es otra de las ruinas de nuevos ricos, ¿como puede España permitirse ser el país con más km. de AVE por habitante del mundo? Mucho más barato hubiera sido modernizar la red que había, con velocidades medias, un buen transporte de cercanías -totalmente olvidado- y que alcanzaran a más población
O igual a ti te gusta lo de Tous...
ResponderEliminar¿No ves un contrasentido decir que en Equo está la gente que se juega el cuello contra las multinacionales cuando el dirigente viene de greenpeace?
Respecto al AVE, insisto en que la gente que antes iba en coche a Madrid ahora ve en AVE.
Y lo de los transgénicos. ¿de donde has sacado el dato? ¿a que transgénico te refieres? Si te sirve de referencia, el ultimo informe de la ISAAA hacía especial incidencia al aumento del uso entre pequeños agricultores de países en desarrollo.
Greenpeace acertaba plenamente en la crítica del AVE. Quizá de rebote y por motivos diferentes a los que hoy aduciríamos, pero acertaba.
ResponderEliminarSolo hay que leer "Madrid, capital París", de Germà Bel (en castellano y en catalán) para comprender la magnitud del desaguisado económico del AVE.
A veure Jaume:
ResponderEliminarEl Ave ha estat un problema per la mala gestió política. Que la primera linia fos madrid-sevilla en conter de unir amb França (ja siga per barcelona o per irun, que tant em fa) ja et diu que la planificacio ha estat una filfa. I una línia Albacete - Toledo, el mateix. Dit això, no crec que una línia Madrid- Barcelona, Barcelona-Valencia, o la mateixa Sevilla-Madrid una vegada ja tens conexió amb frança siguen criticables, entre altres cosses pel número de desplaçaments en cotxe o en avió (molt més contaminants) que estalvien.
Correcció, el llibre es diu "Espanya, capital París". Els números són extremadament cruels. Mira-te'ls. Ni tan sols entre Madrid i Barcelona, que són els nuclis amb més població, està justificada la inversió des de cap punt de vista. Política d'aparador (d'identitat nacional també), amb el resultat que som una economia de tercera categoria. Una referència: http://www.ub.edu/graap/albalate_bel_EA.pdf
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