martes, 18 de octubre de 2011

Sin excusas para los fumadores

A pesar de algún que otro dime y direte, la relación entre el tábaco y diferentes tipos de cáncer, en especial el de pulmón, está fuera de toda duda. Por lo tanto se puede afirmar sin ningún género de duda que fumar es malo para la salud. Dado que tenemos la suerte de vivir en un país con un sistema público de sanidad (y esperemos que dure, que tal y como está el tema no se yo) las políticas encaminadas a que la gente deje de fumar están justificadas de cara al ahorro que supone para la sanidad pública... aunque todo hay que decirlo, el estado deja de recaudar, ya que el tabaco está muy gravado.  No obstante existía una clavo ardiendo al que se cogían los fumadores. Es lo que en medicina se denominaba "la paradoja del fumador". Esta paradoja consiste en que los fumadores tienen una tasa de supervivencia mayor después de sufrir un síndrome coronario agudo (vamos, un infarto). Las bases moleculares de esta paradoja eran misteriosas. Entre las posibles causas se barajaban que los fumadores sufrían este síndrome más jóvenes que los no fumadores, por lo que podían recuperarse mejor. También se barajaban otros aspectos, pero no pasaban de suposiciones.  Una revisión de literatura reciente llevada a cabo en el departamento de cardiología del Hospital Vestfold en Tronsberg (Noruega) ha demostrado que tal paradoja ya no existe. Parece ser que ese sesgo de supervivencia favorable a los fumadores solo se observa en estudios antiguos. Los autores argumentan que gran parte se deba a un posible error estadístico. No obstante después de normalizar los datos y compensar algunos errores metodológicos continúa viéndose una ligera ventaja a favor de los fumadores. Los autores especulan que esa ligera ventaja pueda deberse a los métodos de reperfusión de la época, que se basaban en la fibrinolisis (degradación de la fibrina). No obstante, una vez superado ese método por otros más efectivos como los trombolíticos, en los estudios recientes no se ve ningún tipo de ventaja.

Por lo tanto no hay excusas para los fumadores. El tabaco es malo para la salud... aunque el papel de fumar sea ecológico y no lleve transgénicos (gracias ceprio por la foto).

Papel de fumar libre de transgénicos... muy sano
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4 comentarios:

  1. http://www.xatakaciencia.com/salud/mejor-muerete-por-fumar-o-la-falacia-de-que-el-fumador-le-cuesta-mucho-dinero-a-la-sanidad

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  2. Prejuicios y ceguera autoimpuesta.

    Muchas personas sólo admiten aquello que se ajusta a una visión predeterminada por ellos/as mismos/as. Es lo que denota la referencia "online" del primer comentario, que se basa en un artículo publicado en 1995 por el economista estadounidense W. K. Viscusi ("Cigarrette Taxation and the Social Consequences of Smoking"). Ese artículo analiza los costes sociales ("externalidades") del hábito de fumar, y concluye que no sólo no cuesta nada, sino que aporta económicamente a la sociedad (estadounidense). Una de las conclusiones de ese artículo es que no sólo se deberían eliminar los impuestos al tabaco, sino que el tabaco y el fumar deberían de ser subvencionados públicamente. (Un argumento central en ese estudio es que los fumadores mueren antes, y por tanto ahorran costes de enfermería y de cuidados en residencias. Mi respuesta, aparte de cuestionar esa premisa - como pongo más abajo - es que, planteado así, también habría que calcular el beneficio de los suicidios, y, probalemente, estimular y subvencionar el suicidio de cuanta más población mejor, hasta alcanzar números beneficiosos desde una perspectiva puramente económica).

    Las premisas, la metodología, el análisis y las conclusiones de ese artículo han sido rebatidos hace tiempo. Una de las premisas de Vincusi es que las consecuencias negativas sobre la salud de los no fumadores provocadas por el hábito de fumar de los fumadores no han sido claramente establecidas y, en sus cálculos los considera prácticamente negligibles.

    Esta ceguera voluntaria se debería disipar de un plumazo leyendo estudios como el reciente de Oberg et al, "Worldwide burden of disease from exposure to second-hand smoke: a retrospective analysis of data from 192 countries" publicado en Lancet 2011 Jan 8;377(9760):139-46.

    Pero hay poco que hacer contra los prejuicios y el fanatismo: de fumadores que no ven ni quieren ver el daño que causan; de quienes se oponen fanáticamente contra alimentos genéticamente modificados; de quienes se obcecan en encontrar sólo virtudes, ningún defecto, en esos mismos alimentos genéticamente modificados. Y así sucesivamente.

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  3. Tapia:
    Yo, los "estudios" siempre con pinzas.
    Yo ando sobre los 50 y sobre este tema tengo un cabreo tremendo, ya que...
    Olvidas:
    - El tabaco es una de las drogas más difíciles de dejar.
    - Se vende a través de monopolio estatal.
    - Se grava con impuestos especiales. Al aumentar estos disminuyen nuestra renta, y el Estado se niega a ayudarnos a no consumir mientras subvenciona metadona a los cocainómanos. Claro, la cocaína es un mercado negro y el tabaco tributa.

    Un ejemplo genético:
    Mi abuelo, ni fumador ni bebedor(no aportó por esta via nada al Estado,tú, yo y todos los demás). Fallecido a los 93 años, por tanto 28 años de pensionista (y a la más alta prestación).
    Mi padre, fumador y bebedor (aportó grandes ingresos al estado), cotizante de bases máximas y fallecido a los 66. Ni llegó a un año de pensionista.
    Haz números.
    También con los cocainómanos.
    Hablas de los fumadores como si una vez empiezas a fumar, seguir fuera un capricho.
    Ya me gustaría a mí dejar el "capricho", más ahora, que me arruina la economía familiar, que me condiciona las relaciones sociales...

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  4. Mucho me temo que el márketing target de este producto no sean los fumadores de Greenpeace (que haberlos haylos, como los que van a manifas animalistas con sandalias, morral y pulseras de cuero), sino los naturistas adoradores de la madre tierra Gaia que consumen, como Sánchez Dragó, enteógenos que amplían su conciencia y les abren caminos a la sanación cuántico-tradicional.

    Que es para fumar porros de hachís y maría orgánicos y ecológicos, pues.

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