Estimados lectores:
Continuamos con las recomendaciones de libros para este veranillo. Hoy os traigo una trabajo de José María Seguí, no porque sea compañero mío de departamento, que también, sino por su gran interés para entender la historia de la biotecnología vegetal y el largo camino desde el neolítico a las actuales plantas transgénicas. Esta obra fue galardonada con el premio "Prismas" de la casa de las Ciencias de A coruña en el 2010.
Del libro "El
siglo de oro de la Biotecnología vegetal", de Ed. La Voz de Galicia S.A.,
ISBN: 978-84-9757-273-6.
La biotecnología, entendida como la utilización de los seres
vivos o de sus propiedades es casi tan antigua como la propia especie humana.
Hace varios miles de años que se comenzó a domesticar animales y plantas para
facilitar su utilización directa como alimento. Más tarde comenzaron a
aprovecharse algunas de las características de los seres vivos para la
elaboración de productos más complejos. En el caso particular del reino
vegetal, hace ya miles de años que conviven con nosotros el papel, la madera,
el corcho, la harina, el vino, el pan o la cerveza, entre muchos otros
derivados biotecnológicos vegetales.
Sin embargo, la biotecnología vegetal ha sufrido una
autentica revolución tecnológica durante el siglo XX, el siglo de oro de la
biotecnología vegetal. A principios de siglo comenzaron a desarrollarse una
serie de líneas de investigación cuyos resultados constituyen los auténticos
pilares de la biotecnología vegetal moderna. Actualmente, las tecnologías
derivadas de esos estudios nos permiten explotar hasta límites insospechados el
inmenso potencial biotecnológico que las plantas nos brindan. Este potencial
está teniendo ya un gran impacto en la sociedad, a muy distintos niveles. Las
plantas son vistas hoy en día como pequeñas –o no tan pequeñas- fábricas
capaces de producir para nosotros medicinas, combustibles, plásticos, embalajes
o vacunas, y capaces de detectar explosivos, limpiar aguas residuales o
descontaminar suelos, entre otras muchas aplicaciones. Las actuales
posibilidades de la biotecnología vegetal están cambiando el panorama de muchos
sectores productivos de nuestra sociedad, pero sobre todo tienen un gran
potencial de cambiarlo aún más. Herramientas biotecnológicas como los cultivos
in vitro, las técnicas de mejora genética y principalmente la transgénesis
están abriendo la puerta a un futuro en el que las plantas estarán cada vez más
presentes en nuestras vidas, no solo como alimento o decoración.
En este libro hacemos un recorrido por las distintas
posibilidades y aplicaciones reales de estas auténticas máquinas
biotecnológicas. Se explican las peculiaridades biológicas de estos fascinantes
seres vivos que permiten su manipulación biotecnológica, y cómo se llegó al
grado de desarrollo de las técnicas actuales. A continuación se expone el
panorama actual de esta disciplina científica y su gran penetración en muy
diversos sectores, desde el farmacéutico al energético, pasando por supuesto
por su papel central en el sector agrícola. Se hace también un análisis crítico
de los principales problemas derivados de la utilización biotecnológica de las
plantas, incluyendo una aproximación al estado actual, las causas y las
consecuencias del debate social sobre el aspecto más polémico de estas
tecnologías: la producción de cultivos transgénicos y sus vertientes
sanitarias, económicas, sociales y ambientales. En definitiva, en este libro
veremos hasta qué punto el siglo de oro de la biotecnología vegetal ha cambiado
nuestra visión de las plantas.
Me parece curioso el título de este libro. "El siglo de oro...": ¿Cuáles son lo siglos no-de-oro? "...de la biotecnología vegetal": como si la vegetal hubiese tenido un desarrollo particularmente diferencial o privilegiado con respecto a otras aplicaciones biotecnológicas.
ResponderEliminarUn buen título es casi medio libro, por cuanto proporciona un primer indicio de originalidad, precisión o cuidado del detalle del contenido. En este caso, el título parece considerablemente mejorable, puesto que, ya de entrada, conduce (a mí, concretamente) a reticencias sobre el nivel del contenido. Aunque resulte que, en contra de esa inicial duda, el contenido sea espléndido.
Lo pillaré en cuanto pueda. JM échamos de menos ya algún articulillo nuevo eh?
ResponderEliminarPor cierto, cómo se llama la flor que aparece en la portada? Recuerdo haberla visto en un jardín y me llamó mucho la atención
La flor es una pasionaria. Respecto a articulos nuevos, estoy pilladisimo de tiempo por el máster ese del que me han hecho director, pero la semana que viene salen dos. El primero el lunes.
EliminarPues mirá tu que opinan en algún grupo rural argentino, país sojero si los hay!
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/photo.php?fbid=449288808437495&set=a.146711142028598.21152.145203798845999&type=1&ref=nf
Estuve en un debate donde el principal argumento de los antitransgénicos era este dibujo de Quino. Ya puestos ha hablar de patentes le diría que predique con el ejemplo y que liberalizara los derechos de copia de toda su obra. Quino es famoso porque en los salones del comic no firma ni dedica merchandising de Mafalda si no es oficial. Curiosa doble moral.
EliminarY yo estuve en varios cursos ecologistas donde el principal argumento era la letra de una canción, una poesía o una obra de teatro. Serian solamente lamentables si no fueran tan dañinos.
ResponderEliminarPor poner un ejemplo, veterinarios sin fronteras junta cada año 4,5 millones de euros de fondos públicos para hacer obras de teatros, videos y marionetas para concienciar sobre su peculiar visión de la "soberania alimentaria", fondos que mcuhas veces salen de la partida de ayuda al desarrollo o de medio ambiente y que al final solo sirven para autopromocionar una organización privada.
EliminarA modo de información , de ganar Bildu o algún Partido Marca Blanca del ramo las autonomicas vascas, la concejalía de agricultura se llamará soberanía alimentaria.
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