Además, Amparo Vilches y Daniel Gil fundamentan la ciencia de la sostenibilidad, Claudi Mans aborda el cambio de legislación referente a la fecha de caducidad de los yogures en las etiquetas, , Daniel Climent explica el origen del término canícula, que se emplea para describir los días más calurosos del verano, mientras que Remei Galiana trata la influencia de la ingesta calórica en el deterioro físico de las personas, Vicent Botella habla sobre su experiencia en Viena, Paco Savall habla de lo que costó aceptar que los fotones existían, Hermenegild Maria explica el valor medioambiental del Girona y Jesús Yáñez habla sobre las esperanzas depositadas en la tecnología del grafeno, entre otros interesantes artículos. y un servidor de ustedes replantea los programas de conservación de especies en peligro de extinción.
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Como siempre, hablando ex-catedra de aquello que desconoces. "¿Tiene sentido que una organización con sede en Nueva York organice campañas para salvar la Amazonia?", te preguntas. Qué pregunta más absurda.
ResponderEliminar¿Tiene sentido que la FAO, cuya finalidad principal es fomentar políticas para una mejor alimentación mundial, principalmente en países menos desarrollados, tenga sede en Roma, es decir, Europa? ¿Tiene sentido que la sede central de Naciones Unidas, que trata de los problemas entre naciones del mundo, esté en los Estados Unidos, país que suele menospreciar al resto del planeta? ¿Tiene sentido que un valenciano busque introducir cambios genéticos en el tomate, una planta nada autóctona del País Valenciano, sino proveniente de allende los mares (ya que sólo los americanos tendrían "derecho" a trabajar con "su" tomate)?
Todas ellas preguntas absurdas. Así como otras afirmaciones contenidas en el artículo, por ejemplo ridiculizando el esfuerzo por preservar especies con el argumento de que han desaparecido sus hábitats (¿por arte de magia y birlibirloque, quizá?). Increíblemente obtuso planteamiento.
Pues ya sabes... cuando clonen el mamut te lo quedas en casa.
EliminarMe da la sensación que al escribirlo estabas más centrado en criticar al sector ecolojeta que en el artículo en sí.
ResponderEliminarEntiendo que los ecolojetas te queman, a mí también me exasperan, pero hay que aprender a sentir lástima por ellos. Ten en cuenta que la mayoría sólo son víctimas de la Iglesia Ecolojeta.
Volviendo al artículo, podría haber sido mucho mejor.
Pues va a ser que no. Estaba pensando en una anécdota, muy real, que pasó en un centro del CSIC.
Eliminar¡Dios! ¡Que palo a la vista". En la quinta linea el "contavan" es tan impactante que bloquea cualquier otro comentario.
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